Y podría agregar, la genética, el ADN, la familia ¿Influye?
Y qué hay del dicho “Dime con quién andas y te diré quién eres” ¿Pesará también en lo que podemos esperar de qué pueden aportarnos algún/as políticos/as?
Era necesario hacer referencia a éstas afirmaciones y a éstas dudas, porque son aplicables y entendibles al ciento por ciento en el caso de la docente MARISA LEITES, quien hoy ocupa el puesto de Vice Intendente de San José de Feliciano.
Una joven agraciada, que con sus encantos, terminó asociada sentimental y muy convenientemente al hijo de la entonces sempiterna funcionaria provincial (levanta manos profesional, capacidad CERO, grande como una casa) Ester González. Ésta última nombrada (debemos evitar nombrarla, no por supersticiosa, sinó porque a los inútiles y a los malos de espíritu, hay que mantenerlos lejos, ni nombrarlos), la cobijó, como nuera bajo su manto, y siempre hizo de ésta doncella morena, su niña mimada.

No muy dichada de capacidades y con una formación cultural nimia, básica, costaría encontrarla cómo ayudarla como nuera, pero la Cachavacha de la película, se las ingenió.
Hablé inicialmente del ADN y de familiares, porque ésta mujercita, tiene la “dicha” de ser la hermana protectora, a través de su vinculación con la “levanta manos” senadora (porque no sirvió jamás para otra cosa, que para avalar las tropelías) del hoy ex Gobernador, preso en la Unidad Penal 1 de Paraná, el “sueño entrerriano” Sergio Urribarri y del otro ex Gobernador EL CONTADOR Gustavo Bordet, quien tampoco puede aún dar explicaciones de su inconmensurable fortuna.

Así, siendo nuera de la que les dije, pudo dejar cajoneadas causas graves de su hermano Renzo Leites, cuyas denuncias por el robo de rollos de heno, con sobradísimas pruebas y testigos, aún la Justicia Entrerriana, jamás se expidió; es el mismo hermanito travieso, que durante una carrara de caballos en el hipódromo de Feliciano, ante la mala situación económica (deudas de juego al por mayor), mientras se desarrollaba una carrera, denunció a la policía presente que “le habían robado de su camioneta (con llave y con alarma, jamás violada, intacta), una cifra importantísima de dinero, correspondiente a las recaudaciones del fin de semana en ventas de cantina, inscripciones y apuestas”.

Mientras la policía intentaba que les dé Renzo una explicación creíble de lo que denunciaba, porque se parecía demasiado a la denuncia de un autorobo, en eso, mientras se disputaba la carrera, ganó el animalito de propiedad de Renzo, y ante la algarabía, pidió que dejen sin efecto la denuncia… ¿RARO, NO? Y la policía, que bien sabe que no se puede iniciar un expediente de denuncia y luego dejarlo sin efecto cualquier investigación, en éste caso, si hizo eso, no investigó más, pese, incluso a los antecedentes, pésimos, del denunciante, sumado a la nada clara de la situación denunciada. Así, luego del robo en el que fue el denunciado, y de éste hecho, insólito, donde se usó elementos y fuerzas públicas para servir a la impunidad de una persona, solo evidenciaba a los ojos de los felicianeros más despiertos, la influencia de su hermana, Marisa, y la suegra de ésta.

Poco tiempo después, no sabemos si producto del consumo de estupefacientes, o simplemente por el desvío mental hacia el degeneramiento, otra vez, nos referiremos al hermano de Marisa, la Vice Intendente, el mismo muchachito, además de delincuente, resultó ser pervertido y peligroso, pues fue objeto de varias denuncias por parte de mujeres de la ciudad, que se despertaban a muy tempranas horas del amanecer, con la sorpresa desagradable y terrorífica, de ver sentado en sus propias camas, a éste desequilibrado, observándolas mientras dormían. Lógicamente, en las denuncias presentadas, se habló de invasión de la propiedad privada; acoso; violencia de género; intento de abuso, y varias otras causas. Sin embargo… Si, acertaron, otra vez la mediación de la influencia de su hermana para con la suegra de ella, doña Ester González, otra vez, por arte de magia, hicieron que la Justicia, acomodaticia con los políticos de turno, minimizaran los hechos, y él delincuente desequilibrado, nuevamente quedó impune.

No sabemos ni por casualidad cómo terminará ésta historia, pues ahora, la hermana protectora, es la Vice Intendente de la ciudad, y bien sabemos que en el pueblo, el intendente, y su vice, terminan siendo quienes permiten o solucionan los relajes aberrantes, como los provocados por el hermano de Marisa Leites. Pero ojo, Marisa, no se queda atrás, solo que parecería ser más prolija, pero no lo es, quizás lo primitivo de ése cerebrito bajo la lacia melena azabache, piensa que nadie sabe que mientras estuvo cubriendo el puesto (otra vez sopa, gracias a la influencia de su suegra) como Directora Departamental de Escuelas), insaciable, “angurrienta” y sabiéndose impune, también cobraba planes del estado, obviamente, totalmente incompatible con su función pública, quitándole la posibilidad a alguien realmente necesitado de satisfacer sus necesidades mínimas.

Ésta es la Vice IntendentA como le gusta llamarse a si misma, quizás intentando emular la imagen de CFK. Pocas luces, preparación menos que escasa, demostrada inoperancia hasta hoy, a un año de gestión, excepto con un presentismo puntualísimo para cobrar su sueldo, y de revolear maquillaje al por mayor para la fotos. Sin nada para ofrecer, apuesta todo a que no se enferme el intendente, o alguien le haga una pregunta que la obligue a pensar, lo cual la dejaría expuesta, porque más allá del discursito liviano, para la sonrisita fácil, pero hueca a la enésima potencia, no hay más que tenga para ofrecer.
La duda que le queda al ciudadano que piensa es, como la tortuga en el poste… ¿Cómo llegó allí? Es una jugada inteligente de Arévalo, para tener completa la fórmula con alguien que no moleste, porque aunque quisiera, no puede pensar y la vez mascar chicle; o quizás fue solo el destino y la suegra, que obraron para que siga la racha de impunidad de los Leites viviendo de tropelía en tropelía, impunemente.
Felicho, Felicho… sacate la venda de los ojos, y mira quien es quien.
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